Gobierno
Banco Central explora incorporar el blockchain a su emisión de instrumentos
Una de las instituciones más respetadas del país, con su imagen de seriedad y robustez, y una tecnología nueva y descentralizada. No parecieran combinar, pero en estos momentos el Banco Central está probando si el blockchain se ajusta a sus necesidades, y podría a futuro emitir instrumentos a través de los denominados activos digitales, en conjunto con el Depósito Central de Valores (DCV). Estos son “cualquier representación digital de algo a lo que se da valor. Acciones, bonos o cualquier activo que represente un valor y que se pueda transar”, explica Javier Jara, gerente comercial y de Nuevos Negocios del DCV.
El proyecto supone explorar la factibilidad de hacer emisiones de bonos de forma totalmente digital. Esto no solo significa sin papeles, algo que ya ocurre, sino a través de los denominados contratos inteligentes, que permiten personalizar las condiciones de la emisión a cada comprador, asegura el ejecutivo. Así, el Banco Central se evita tener que estudiar cómo emitir sus documentos en cortes de emisión definidos, con determinada cantidad de títulos y condiciones de tasa, por ejemplo. “Es como una negociación uno a uno”, agrega.
Jara explica que hoy en día, “a pesar de que no hay papel, el ciclo sigue siendo tradicional”, y que si el proceso se moderniza, la emisión será también más segura (ya que hay menos posibilidad de error humano), y más eficiente, ya que no habrá necesidad de que operen agentes colocadores como intermediarios entre los activos y los posibles compradores. El ejecutivo asegura que este proceso sería más barato, flexible y rápido.
Sobre la seguridad, y si bien Jara recuerda que “nadie es invulnerable”, el blockchain sería la tecnología más segura hasta el momento, porque es descentralizado y replica la misma información varias veces, con una cadena de nodos: “Cuando tienes sistemas descentralizados de información, la misma base de datos replicada, uno podría decir que, conceptualmente, es mucho más seguro que tenerla en un solo lugar”, señala.
Esta es su mayor fortaleza, agrega el gerente: que el blockchain almacena la información y la replica, “lo que permite proteger la integridad de las transacciones que ocurran en ella entre los miembros participantes de la red, haciendo extremadamente difícil y costoso manipularlas maliciosamente”. Esto porque “las transacciones quedan registradas de manera inmutable: no pueden ser modificadas sin que se alteren los bloques enlazados a ella, lo que alertaría a los demás participantes, dificultando un hackeo “.
Quien lleva el desarrollo del proyecto es la startup Quantum. Empezaron hace mes y medio, en un programa que en total tomaría de cinco a seis meses, y que concluirá con un prototipo, sobre el cual el Banco Central evaluará si seguir o no con la iniciativa.
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