Apps

Ciberseguridad y adaptabilidad, el nuevo foco de las apps

Desde hace varios años uno de los objetivos principales de los hackers son los dispositivos móviles. Esto se debe a que la mayoría de las personas tiene uno y lo usa no solo para comunicarse con familiares y amigos, sino también para conectarse a su banco o hacer compras por internet, entre otras cosas.

De hecho, la utilización de dispositivos móviles aumentó durante la pandemia. De acuerdo con los datos entregados por el Ministerio de Trasportes y Telecomunicaciones  el tráfico total de Internet Móvil, durante el primer trimestre, llegó a los 648 mil TB, cifra 40,7% mayor con respecto de los 460 mil TB consignados a marzo de 2019.         

La empresa de seguridad S21sec informó que el sistema operativo Android de Google fue el objetivo de más del 50% de la actividad de los piratas informáticos durante la primera mitad de 2020. Además, en el mismo periodo se observó un aumento del malware móvil para Android destinado al robo de credenciales bancarias.

Las apps hoy son capaces de recopilar información que antes no teníamos, como la ubicación, datos de movilidad, o bien las imágenes que las personas toman, ya que el teléfono está siempre conectado a donde uno va. Por ello, las aplicaciones móviles están incorporando desarrollos internos de seguridad. En las bancarias, por ejemplo, se debe hacer login cada vez que se necesita ver una información o en las apps de correo electrónico existen sistemas de doble autenticación al ingresar por primera vez.

Las principales brechas se producen en aplicaciones que no han sido validadas por un ente fiscalizador, como las tiendas de apps. Si uno descarga e instala una aplicación que no tiene un origen confiable, esta podría tener una brecha de seguridad sin saberlo.

Sin embargo, “los creadores de las aplicaciones están cada vez más interesados en que se cumpla con estándares de pruebas y sobrecargas, de manera de certificar que la seguridad de estas se encuentre en un buen nivel”, sostiene Rafael Cereceda, del área de tecnologías de la información de la Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI. Agrega que “el hecho de que una aplicación tenga una brecha de seguridad impacta no solo al usuario, sino que también directamente a la empresa que disponibiliza esa aplicación a los mismos, pues pone su reputación en ello”.

SIGA LEYENDO: https://digital.elmercurio.com/2020/09/26/DCST-T/I03RUKA0#zoom=page-width

Déjanos tu comentario

*Campos requeridos