Ciberseguridad
Los malos hábitos que facilitan que seamos espiados en las redes sociales
ada vez que publicamos contenido en las redes sociales dejamos un rastro. Y cada interacción va dejando una fuente invaluable de información para empresas y gobiernos. Con la llegada de la pandemia, esto aumentó, pues -debido al confinamiento- aplicaciones como WhatsApp, Facebook, Instagram, Twitter, o TikTok se convirtieron en un espacio para mantener contacto con seres queridos y amigos.
“En estas aplicaciones habitualmente ingresamos datos personales, compartimos nuestra ubicación, estados de ánimo y preferencias, fotos y videos, noticias e información, e incluso vendemos. Esto significa que nuestros datos y toda nuestra actividad está registrada en el historial de estas aplicaciones y, por lo tanto, cualquiera que haga una búsqueda en Google o en el buscador de estas apps , podría obtener información pública para trazar el comportamiento de una persona”, afirma Ricardo Seguel, director académico del Magíster en Ciberseguridad de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Según Fernanda Mattar, subgerente de Ingeniería de Seguridad de Entel, existe muy poca conciencia respecto de “la huella digital que se va dejando en internet al utilizar las redes sociales”. De hecho, precisa, muchas veces permitimos a aplicaciones gratuitas o pagadas “acceder a nuestra información personal, sin cuestionarlo”.
Adicionalmente, muchas personas agregan a sus redes sociales a personas que no conocen -explica- “por la ansiedad de tener más seguidores o contactos. Todo esto aumenta de manera considerable las probabilidades de sufrir algún tipo de ciberataque, como catfishing , phishing y vishing , entre otros”.
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