Uso de pantallas en niños y adolescentes:

Cómo cuidar la vida online de nuestros hijos

¿Firmaría un contrato con uno de sus hijos a cambio del uso supervisado y restringido de un smartphone? En el año 2013, Janell Hoffman —madre de Greg, adolescente bien portado e hijo modelo de 13 años— se convirtió en una celebridad entre padres del mundo entero al condicionar la entrega de un iPhone a la firma de un acuerdo entre ambos.

 La serie de reglas fue aplaudida por los expertos e imitada por otros papás. ¿De qué se trataba el contrato? En resumen, de mantener las conductas respetuosas que observaba en su vida cotidiana y aplicarlas a su vida online.

 El ejemplo de Janell sigue presente. Así lo recuerda Ana Marina Briceño, psiquiatra del Centro de Adolescencia de la Clínica Alemana. “Es fundamental que antes de entregar un teléfono o una tablet a un hijo se le deje muy claro que se trata de un préstamo. Que pertenece a los papás y que se puede revocar por baja en las notas o mala conducta. Es un préstamo, no un regalo ni un premio”, recalca. 

Aunque la edad para esta entrega debería ser a los 12 años, la doctora sabe que es una utopía: aunque se busque retrasar su ingreso al mundo digital, la realidad es que utilizan con facilidad los aparatos desde los dos años de vida. Incluso, algunos presentan rasgos de consumo problemático desde muy pequeños al negarse a comer si no es con una pantalla al frente. 

Hijos pequeños, pocos minutos

Existe consenso entre especialistas: los niños menores de dos años no deberían tener contacto con las pantallas, idealmente, de ningún tipo. “Si se compara la televisión con las tablets, la tele tiene una duración de programas y no genera la atracción en los niños que sí tiene internet, donde el menor se convierte en protagonista al buscar prácticamente lo que se le ocurra”, advierte Varinia Signorelli, psicóloga infanto-juvenil y creadora de supermadre.net.

 La exposición indiscriminada a las pantallas ya fue advertida como problemática en septiembre de 2010 por la Asociación Americana de Pediatría, que alertó a través de un comunicado de prensa que “el uso de aparatos se ha vinculado a violencia, ciberacoso, bajo rendimiento escolar, obesidad e insomnio. Aunque no es la causa central de dichos problemas, muchos padres no tienen ni idea del impacto profundo que puede tener sobre sus niños la exposición a estos medios”. 

María Soledad Garcés, profesora especializada en Convivencia Digital y Asesora de Contenidos de VTR, explica: “El cerebro está constantemente en fases de desarrollo neurológico, viéndose afectado por el sobreestímulo que podrían producir algunas actividades digitales. Si bien en nuestro país no existen códigos de regulación de conducta, mi recomendación es que mientras más pequeños sean los niños, debe existir un acceso más limitado a pantallas, que sea supervisado siempre por adultos”. 

Varinia Signorelli apoya la supervisión. “Yo diría que antes de los cinco años puede ver 15 minutos al día, siempre que esté presente el adulto con el niño. A un hijo no lo dejaría solo en una plaza, ¿por qué dejarlo a solas cuando usa internet?”. 

Desde los seis años, los teléfonos y tablets pasan a ser un compañero más. “Muchos organizan sus trabajos y tareas por WhatsApp; incluso hay colegios donde se envía material a los correos de los alumnos. Lo ideal sería mantenerlos sin pantallas propias hasta los 12 años, pero la conversación sobre cómo será el uso de un smartphone o tablet debe iniciarse desde mucho antes. Desde que le presto mi teléfono hasta que reciba uno propio”, explica la doctora Ana Marina Briceño. 

Conversar siempre

Verónica Díaz de la Vega, subgerenta de Sostenibilidad de VTR, lo grafica: “Para alcanzar una convivencia digital saludable, es importante conversar como familia sobre el uso que le damos a internet y las pantallas, definiendo acuerdos de convivencia y aprendiendo sobre las oportunidades de la tecnología y sus riesgos. Todos tenemos un rol en este campo, tanto padres como la comunidad, el Gobierno y las empresas. VTR ha desarrollado durante más de 10 años un programa de educación sobre seguridad en internet para niños. Hoy, a través de VTR Convive Digital, estamos ampliando esta iniciativa a padres y profesores, porque queremos que cada familia pueda prepararse mejor para participar de la nueva cultura digital”.

Existen múltiples apps que pueden ayudar a controlar la vida online de los niños, desde el ya célebre Qustodio, Family Time de Google y los controles parentales que traen los aparatos digitales. Pero, a juicio de los expertos, no basta con eso.

 “No se trata de espiar en sus conductas online. Deben saber que vamos a revisar juntos su teléfono y que no es una violación de su privacidad, sino que parte del acuerdo que suscribimos al prestarle un aparato”, recomienda la psiquiatra Ana Marina Briceño. 

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