Ciberseguridad
Algunos programas para monitorear el teletrabajo serían ilegales, ya que violan la privacidad de los empleados
Por Ramón Rivera Notario
Dada la explosión del teletrabajo generada por la pandemia del coronavirus, existen hoy numerosas alternativas de programas para la supervisión de las labores de personas que hayan firmado un contrato de trabajo a distancia, comenta Hugo Galilea, miembro del directorio de la Asociación Chilena de Ciberseguridad en representación del Colegio de Ingenieros.
“Están entrando fuerte hoy en día. Además, vemos que muchas multinacionales extranjeras venían con estos mecanismos incorporados, porque el teletrabajo para ellas es algo mucho más natural”, asegura el ejecutivo. Estos programas son necesarios, de acuerdo con Galilea, ya que “tiene que haber alguna forma de hacer un registro de la asistencia del empleado para asegurarme de que la persona está en ese lugar en ese horario”.
Desglosa, además, que “eso se puede hacer a través de GPS, o algún sistema con información de qué es lo que está haciendo el trabajador, qué tipo de aplicativos tiene abiertos, si es que está entrando o no a páginas que en el trabajo están prohibidas, todas estas cosas las podría ir verificando como empleador”.
“En esta época se está generando mucho teletrabajo y los empleadores, para medir la productividad están siendo tentados por empresas que ofrecen software para monitorear a sus colaboradores. Pero hay algunos software de monitoreo que son absolutamente intrusivos”, señala Pedro Huichalaf, abogado y exsubsecretario de Telecomunicaciones, además de académico del Centro de Investigación en Ciberseguridad de la Universidad Mayor.
Por ejemplo, continúa Huichalaf, se ofrecen a empresas programas “que pueden verificar si estás conectado o no, qué cosas estás mirando, cuáles son los mensajes que estás enviando, acceden a tu correo, registran las pantallas, almacenan la información que estás tecleando, chequean todo lo que realizas y le hacen un reporte al empleador”. Este tipo de programas sería ilegal en opinión del exsubsecretario, ya que “hay principios como la inviolabilidad de las comunicaciones privadas, por ejemplo, por lo que puedes tener un correo corporativo o un aparato entregado por la empresa, pero el empleador no puede llegar y leer tus mensajes, ver tu WhatsApp o ver qué estás haciendo en Facebook”.
Galilea igualmente advierte que “las comunicaciones personales están protegidas por la Constitución para todas las personas, por lo tanto, el empleador no puede acceder a ningún tipo de comunicación que tenga el trabajador sin su autorización expresa. No puede revisarle sus correos electrónicos, no puede revisar sus conversaciones por ninguna aplicación de mensajería”.
En todo caso, una encuesta de Robert Half señala que el 69% de los ejecutivos reconoce que su expectativa de lo que sería que sus trabajadores o equipos laboraran desde sus casas cambió positivamente durante la pandemia, teniendo como grandes argumentos que se mantuvo la productividad. “A pesar de las preocupaciones previas sobre productividad y seguridad, muchos gerentes ahora se dan cuenta de que el trabajo remoto puede ser bastante efectivo. En algunos casos, los trabajadores pueden ser aún más productivos desempeñándose fuera de una oficina central”, afirma Karina Pérez, directora de Robert Half de Chile.
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